viernes, 9 de octubre de 2009

Sobre el soporte de la derechización




Hace un rato caminaba por las callecitas de la Argentina Nac & Pop, mas precisamente, por el barrio de Belgrano. En la esquina de Pampa y Ciudad de la Paz, veo un revuelo de personas y griterío. Veo llegar un patrullero a toda prisa, que se estaciona frente al local de una inmobiliaria. Escucho los primeros cometarios: "fueron chorros", "eran dos", "se fueron en una camioneta", "tenía un traje gris y un arma". Detrás de la vidriera del local, veo algo que me conmociona y me deprime por todo el día: caído detrás de su escritorio de trabajo, un empleado de unos treinta y pocos años, yace boca abajo en el suelo desangrándose sobre un charco de sangre. Ya está muerto. su inmovilidad y el color blanco verdoso lo indican. Luego supe que entraron dos tipos trajeados a exigir dinero mediante la amenaza de un arma. "Es nueve" me dice un señor, dueño de la inmobiliaria de enfrente a la del siniestro, es decir, día de pago de alquileres. El empleado había dicho "no tenemos guita, te lo juro". suficiente para que el portador del arma dispare tres veces sobre su cabeza y corra hasta la camioneta que lo esperaba en la esquina.
Consternado, detengo mi marcha y escucho los furibiundos comentarios de las personas que se van sumando a la aglomeración de la esquina: "hay que matarlos a todos los chorros", "ya no se puede vivir mas así", "quiero ver a los Kirchner con tres tiros en la cabeza", "dicen que es una sensación, hijos de puta!", "hay que colgarlos en Plaza de Mayo".
De la catarsis aflora la podredumbre de la insatisfacción retenida. Parece que todos quisieran matar a alguien.
Veo que la policía intenta efectuar un corte de tránsito en la transitada esquina. Y sorprende ingratamente la efectividad para la inoperancia. Varios agentes de uniforme y otros sin uniforme se gritan de una vereda a otra, desde dentro del local hacia el exterior una sucesión de órdenes y contraórdenes : "cortá ahí!", "no cortes ahí", "decile a la ambulancia que estacione en la ochava", "decile que estacione en la calle", "dejá pasar a lo coches", "no los dejes pasar", etc. Se extrañan los walkie-talkies que se ven en todas las películas, esos que son juguete de la infancia tecnológica o que se usan hasta para saber si un bebé llora. También se extraña la ejecución efectiva de un plan mínimo. Coherentemente con la inoperancia, la prepotencia se hace presente y de mal modo los agentes nos exigen despejar el áerea. Ironizo delante de un agente: "los delincuentes se escaparon, agente"! pero me desoye y sigue extendiendo la cinta de peligro.
Al segundo agente que me vocifera "vamos, córrase", le digo con clara indignación y levantando el tono: "para poner cintitas y dar órdenes son todos guapos, pero para estar cuando hay que estar, no". Esta vez, el agente se hace cargo y sale del aérea delimitda mientras se vuelve mas humano para mi sorpresa: "que querés, flaco! Te entiendo, pero yo tenpo siete balas en mi cuuerpo y estoy harto de detener chorros que quedan libres al día siguinte y vivo paranoico pensando que volverán para matarme". Me deja helado su confesión. Le pido disculpas y le digo que yo también entiendo que ejercer su trabajo es complicado, pero que me indigna este país, con su realidad cada vez mas espantosa. "Es una mierda, las leyes son una mierda", me aclara desde su insatisfacción profesional.
Soy testigo del horrible momento en que una mujer con su hija de once años llega al sitio y estalla en una crisis nerviosa desagrradora. La contienen varias personas. La nena llora desconsolada. Claramente son la mujer y la hija del desafortunado empleado.
Pienso en las declaraciones de ayer de un ex-presidente, autor del golpe de estado mejor diseñado de nuestra historia y verdadero Dr. Viktor Frankestein vernáculo, creador de un monstruoso matromonio gubernamental, que ya echó a rodar la campaña sostenida en el miedo, propiciando la maniobra de su vueta al escenario mediático. Otro mafioso, quizá con mas estilo y paciencia que el tuerto arrebatado y que esa suerte de travesti exagerada que hay en casa de gobierno. Sin faltar a la razón, pero sin dejar de ser indignante escucharlo de su voz, sostuvo que "el único país donde se puede escupir a un policía en una marcha, es este. Vayasn a hacerlo a Cuba, a USA, a Brasil, a Chile, a Europa, a Japón a ver que pasa". Lástima que ese señor opera desde ese miedo. Desde esa mezcla de indignación, hartazgo, insatisfacción tan recurrente en estas Pampas y que terminan pidiendo a gritos un cambio repentino de rumbo sin tener en cuenta los tiempos institucionales. Ese pacto escrito que nunca existió en la conciencia de los individuos.
Llegan las cámaras de TN, antes que crónica. Tanta celeridad evidencia la necesidad de noticias movilizadores de lo peor. El BocaRiver permanente por una resolución, por una ley, por cualquier cosa, es la dialéctica en la que toda una sociedad queda inmersa. La nitidez de esta aparición deja ver los hilos de la construcción de la modesta realidad del insignificante país del extremo sur. "Ser peronista o ser gorila es lo mismo", me decía un escritor que conocí el otro día. "La trampa es la dialéctica binaria que se conserva intacta hace décadas y que no se supera". La sistemática creación de enemigos de esta gestión- como un Bush de cabotaje trazando "ejes del mal local" y la sistemática promoción de enunciados mentirosos, de estadísticas falsas, de síntomas evidentes de parálisis productiva, contrapuestas a coloridos anuncios de progreso nacional y popular, están construyendo la próxima etapa de nustra historia, a fuerza de fútbol gratis y negación de una realidad cada vez mas horrible. La "Argentina Nac & Pop" como a los seres humanos venidos a menos les gusta denominar, ya es un nuevo fracaso. Para el mal general. Para la nueva derechización de una sociedad historicamente derechizada.

domingo, 27 de septiembre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

Seres Humanos Venidos a Menos- (Escudo)



Los ojos exocéntricos implican una división no tanto de la percepción como del estado de quien ya no puede fijar la mirada en los objetos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Carta a Eva

Eva, no soy espía, en todo caso seré alguien que se molesta con quienes utilizan el discurso masivo de turno, hastiado de un país que solo cosecha fracasos de todo signo. Incluso el kirchnerismo es un gran fracaso colectivo. Esta fantochada "nac & pop"- que es para culposos de palermo Hollywood en primer término -está por terminar de deshilacharse. Luego para los mas humildes que votan lo que se les impone a su discernimiento a fuerza de publicidad y titulares, ya que la libertad intelectual requiere estudio sostenido. También para intelectuales carta abierta que desayunan en Oui Oui ó en Le Bleu- ví a varios varias veces- y que necesitan saberse mas contemporáneos que sus camperas zafari, en un sentido académico. Todos los citados, compraron la revolucion fashion que emperora la vida de todos, desde el segundo cordón a Tartagal, sobre todo la de los mas pobres, pero mejora mucho la de el matrimonio y algunos seguidores. Como Menem, pero menos obscenos. Las cifras, que en este caso se escapan al control, no se exhiben con sonrisas en la revista Caras. Se omiten comentarios. Se niegan a la equiparación que desbarataría toda proeza revolucionaria. Son igualmente conservadores del stablishment . Pero existen y, con las estadísticas a favor, mayores de lo blanqueado. Ocho millones de euros en un año, sin producir riqueza real. Por mera especulación de lo mas rancio del capitalismo que dicen combatir para nuestro bien. Quienes defienden al matrimonio K como si fueran dos próceres son del todo reaccionarios con apariencia cool. Conservan la forma de la coyuntura por deporte, sin ninguna reflexión de índole ética con quienes gobiernan, sino que se amparan en compartir los mismos lugares comunes ideológicos. Clichés. Me basta cruzar a Uruguay o a Chile para sentir un poco mas de racionalidad colectiva que en mi propio país. Un poco de solidaridad verdadera, sin énfasis imperativo de "tener que ser" porque sino se "es gorila" , sin otra reflexión que el mero descarte binario, sin matices. El Proceso sigue vivo en la dialéctica, lamentablemente. No importa quien la dirima, sino en la dialéctica oficial de turno. En los noventa fuí un aguafiestas por putear por las privatizaciones- aprobadas por el tardío estatizador K- y por putear por la re elección y tantas otras cosas, la ficción del uno a uno , entre ellas. Me concebí opositor desde un principio, casi por acto reflejo ante el curso evidente que volvería al país un extraño emirato en poco tiempo. Por los indultos que ningún peronista objetó, con la excepción dudosa de Chacho Alvarez. Me había quedado en el 45, según la oficialidad asumida entonces por factor numérico. De verdad creés en lo que enuncia el millonario furibundo Nestor Carlos Kirchner? Creés que algo ha mejorado en estos seis años? De verdad creés que Perón no fué fascista, algo que el mismo no tenía problemas en admitir? Basta con leer sus memorias canónicas para encontrar páginas de baba por la Italia de Mussolini. Basta entender que era un militar prusiano, como dijo en alguna ocasión. O un "general del ejército argentino", como dijo mas de una vez en Madrid. Incluso al generalísimo Franco cuando fué a despedirlo organizándole una ceremonia oficial en su regreso a la locura sanguinolenta de Ezeiza. Matemáticamente repetida cuando sus restos fueron movidos a San Vicente, con una violencia exponencial mas devaluada. Con una violencia rapidamente justificada desde todos los sectores. (Con las declaraciones grotescas de Cafiero minimizando la pólvora de de los disparos bajo la alfombra del peronismo histórico. O de Moyano intentado volver al centro de la escena mediática la trascendecia del traslado de los restos cuando no había otra cosa que bochorno y celebración frustrada. Faltó Favio pidiendo que los "peronistas no hagan uso de sus armas". Es probable que no haya arreglado cachet.)
En el origen del peronismo hubieron muchos aciertos también para una coyuntura local y externa muy particulares. Que terminó junto con la primer presidencia. Poco antes, poco después. Con las reservas. Con el asidero real del granero del mundo frente a un continente de posguerra recosntruyéndose a pasos agigantados. Y hoy, el tiempo en que se movió ya no existe. El mundo es otro. El país es otro. La dialéctica global es otra. Pero los peronistas sueñan aún con que Perón está en un cajón con catalepsia y en cualquier momento reaparece. (Como decía el autor un libro increíble llamado "Olimpo" del año 1975, el primero prohibido por un decreto de Videla casi al asumir, y que debió huir para siempre a España). Lo ven con forma de prometedores Menem, Duhalde, Kirchner, Reutemenn, quien sabe. Y no quieren ver que el refrito de aquella gloria irrepetible, dejó treinta años mas tarde Lopez Rega, Triple A, Isabel, Montoneros, Fuerzas Armadas...solo tragedia. Tensión resuelta con violencia, en términos narrativos. Resolución de pulsiones infantiles, en términos psicoanalíticos. No ven que Kirchner retoma el impulso de la herida no cicatrizada como causa general, con anacrónica belicosidad renovando encontrados resintimientos como un fuego. Agitó su propia siesta con gritos de locura, con propósitos irascibles. No creció emocionalmente, pero nos arrastra a la confrontación binaria. Como el sentido en que miran sus ojos, que parecen no mirar. Que miran para adentro, donde solo ve la pantalla de su propia psicosis. Pero que astutamente toma fragmentos de discursos que la progresía decodifica y la hace sentir justa ante el universo. Somos buenos porque decimos serlo. O decidimos serlo, o creemos serlo, como si eso solo fuera suficiente. Absorven cualquier cosa que se llame de peronista con la devoción ciega de un monje. Para finalmente acabar calificándolo, cuando todo gire y alcance estatuto de "caído", de "no peronista" ó "traidor" para salir del tránsito culposo, de haber sido parte convencida de lo que se compartía con el caído. Menem solo en una cancha de golf mirando el horizonte. Kirchner está condenado, por esa inercia sustancial, a ser vergonzante haberlo votado alguna vez. Cuando su gravitación política termine y se recluya a contemplar los glaciares desde su hotel tratando a la vez de escapar del acoso judicial. No falta mucho, porque ha creado un número crítico de enemigos en sus propias filas. Por haber inundado la Casa Rosada de una sumatoria de Judas Iscariotes. No refiero enemigos externos, donde todo es obviedad. Donde todo se referencia en la mirada política del tuerto.
A mí me molesta mucho que no pensar dentro de la manada correcta en este tiempo sea tildado de "gorila". Hace un rato, por putear a Seineldín me tildaron de "zurdo vendepatria" en un blog. Y no era un blog de simpatizantes castrenses. El tiempo parece una materia invóvil en este país. En otros países ya no referencian la actualidad política delante de un retrato de Mussolini, de Franco, de Hitler, de Trujillo, de Somoza, de Stroessner, de Vargas, de De Gaulle, de Churchill. Aquí la política parece no existir sin el decolorido retrato de Perón y de Evita detrás de cualquier candidato. Imitando el tono de sus proclamas con cualquier discurso y en todo tipo de acto. Esquizofrenia es eso: proyectar tantos significados sobre un símbolo que ya no tenga mas sentido que para sí mismo. Individualmente. Confundiendo la solidaridad real con meros códigos y acuerdos de favor mutuo. Socorro mutuo pero con una ética de conveniencia. Solo el símbolo como todo acuerdo tácito, sin el aval de los hechos. El tiempo de superación de heridas en Argentina es lento como un planeta con atmósfera de dulce de leche . Uno de sus orgullos gastronómicos ante el mundo, junto con la carne asada.
De la misma manera me molestaba durante el preceso ser tildado de "antipatria" por oponerme a la guerra (no por motivos ideológicos, sino por haber sido un recalcitrante y ultratardío hippie) o insinuar el exterminio y soportar miradas de sospecha. Y sentir miedito. Miedito que empezó con la triple A. Con todo el poder del estado sobre la ciudadanía cuastionadora. Sobre periodistas y personajes de la cultara. Mancha gravíasima que los malabares dialécticos del peronismo se esmeran en que no toque la memoria del general prusiano. Ni el honor. Ni la responsabilidad política de quien probablemente haya dado la orden o el consentimiento a su mayordomo.
A pesar de las diferencias oceánicas entre aquellos tiempos y estos, hay una dialéctica profunda, fascista y antidemocrática, que permanece viva en el fondo de cada argentino. O de una gran cantidad. Suficientemente mayoritaria. El número crítico que sostiene y configura lo que somos como constructores de sociedad. Demasiados fracasos- récords de golpes militares- siempre avalados mayoritariamente por la sociedad civil, múltiples cracks económicos, algunos altamente llamativos como el 2001, una de las guerras mas absurdas de la historia de la humanidad, récods de pésima conducta vehicular colectiva, generalizado desprecio por la ley y algunos goles oportunos para esgrimir una gloria de cotillón que alimentan a los spónsores, a las cuentas bancarias hiperdesproporcionadas de los brillantes jugadores, el "star system de la devoción popular olimpica". De un Olimpo de terracota.
Elijo verlo así y sentirme fuera del engaño de la aceptación generalizada, que ver en una sola figura hegemónica , en un solo relato impermeable de la realidad, la uniformización de la realidad misma. Kirchner, es para mí un verdadero farsante para la progresía culposa de haber votado a Menem por una licuadora, de haber vivado a Galtieri en la plaza, de haber sentido alivio al ver el helicoptero llevarse a la inexplicable Isabel, de haber dejado pasar el indulto menemista- el que los dejó libres y los devolvió a sus hogares-. O cosas por el estilo. Sostener a Kirchner con cualquier excusa- instalar la despenalización de la marihuana- y comprar toda la cajita feliz K, es idéntico que sostener que con Menem se estaba mejor porque pude comprar mi casa. Pensamientos que solo caben en relación a una figura paterna. Donde la relación entre la casa y su propietario queda tercerizada por por una autoridad fuera de la propia conciencia y voluntad, no ceñida al propio mérito de la razón y el ejercicio de lo que ella entiende y sostiene, sino por la bondad misericordiosa de un padre colectivo, que nos hermana como "pueblo". De un "pueblo" que es enemigo de una "sociedad". Cuántos son los que se cuestionan que pasaría si esa figura no estuviera?. Dejaríamos de poder hermanarnos en cualquier cosa menos primaria? Una hermanad ética, por ejemplo?. Mucho mas calma y razonable? Sin necesidad de ser vistos desde arriba por un ser superior, ya sea celestial o terrenal, algo en lo que se esmeró en propagar durante siglos la iglesia católica? Estoy convencido de que este gobierno no da para mucho mas, ya que rifó el acúmulo de popularidad mediante una desopilante puesta en escena épica, mediante manipuladas cifras que nadie considera veraces, y mediante una interminable sucesión de anuncios sin solución de continuidad, que hundieron cualquier posibilidad de ser creíbles. Incluso lo que pueda ser acertado a esta altura, no tiene mucha posibilidad de ser creído, lo cual no deja de ser terrible. Kircher ha logrado volvernos a la dialectica binaria básica de amigo enemigo, colega-traidor, popular o gorila. Con menos violencia que hace años, pero con una renovada carga de frustración e inutilidad general. De "improductividad", entendidad como "creación colectiva" mas que de "rendimiento económico", términos que no tienen buena aceptación entre lo argentinos en los últimos años.
En cuanto a mi destino personal, paradojicamente soy muy optimista porque trato de mantenerme lo mas lejos posible de la Aceptación General. Prefiero ir por otros carriles, aunque sean menos estruendosos o mas estrechos, que aceptar como primordial el carril meramente emocional para terrenos racionales como la identidad nacional, como el pensamiento político.
En este contexto, sigue vigente la ecuación del "estado de fútbol" que erigió con éxito el último gobierno de facto, instrumentado esta vez como un intento mas de revaluar la gesta colectiva como sostén de la ficción política. Aunque el éxito futbolístico acarrea las siniestras aguas de nuestra desidia moral.
El sostenimiento de una selección de fútbol exitosa en el tiempo es inversamente proporcional al desarrollo de un modo de construcción colectivo mas razonable, de diferencias olvidadas por el esfuerzo de la razón, que nos haría a la vez mas genuinos, es decir, portadores de una entidad real reconocible por otro como tal, aunque seguramente menos brillantes. Originalidad que nos desespera desde tiempos inmemoriales y que buscamos orgullosos en la creación de la birome o del medio de trasnporte colectivo. Y nuestra originalidad real reside apenas en la combinación nefasta de ansiedad y viveza criolla. Ansiedad por ser algo importante para el mundo e instrumentada por el ilusorio atajo que promete la viveza, ese orgullo degradante, esa tara considerada virtud nacional. Todo lo contrario a un trabajo consciente y sostenido mas allá de la coyuntura, avalado por un acuerdo moral, ya sea tácito o escrito, pero mas que nada, respetado y cumplido.
El alcance, siquiera de modo parcial, de la archivalorada "originalidad" con la que tratamos de explicar lo que ni siquiera es organicamente un país, sino un extenso territorio- la primigenia Pampa virginal y desierta- con un único centro urbano primordial que evidencia la extrema construcción binaria de la historia colectiva. Toda la inteligencia constructiva en un único punto principal del mapa. Ni siquiera un todopoderoso Perón intentó descentralizar, redistribuir, tejer una red de ciudades equivalentes. Ya lo pensaba Brasil en ese tiempo y luego lo consiguió, ya lo había hecho Estados Unidos. Nosotros no pudimos. Todo lo contrario. De un centro que no es el centro geográfico sino su centro contrabandístico- comercial. Resignificado hasta el hartazago en multiplicación de shoppings, incluso en la era posmenemista "Nac% Pop", cada vez mas mas extensos y volcados a procurar el récord sudamericano en gigantismo. Dot o La Salada. Así se los describe. Versión rica y versión pobre de un mismo concepto. Por lo menos, a través de esa peculiar escala pretenden ser reconocidos como primeros en un inservible podio.
Para concluir con el simpático convite, soy demasiado escéptico como para tomar un café con quien siente devoción por lo aprendido en un manual de propaganda infantil forzado a gran relato por la pregnanancia de la irracionalidad asumida como razón fundamental.